Unisimón ha definido una manera de aproximarse a los ejercicios de autoevaluación de la calidad académica de sus programas y de la institución misma: el Modelo Institucional de Autoevaluación (MIA). Este posibilita que se pueda dar respuesta a los requisitos de calidad de distintos organismos y agencias acreditadores. 

El MIA se compone de 5 etapas que se presentan a continuación:

Alistamiento: en esta etapa se planea el desarrollo del proceso de autoevaluación y se sensibiliza a la comunidad educativa sobre los aspectos requeridos por este y su importancia como herramienta para la búsqueda y garantía de la calidad educativa. 

Autoevaluación: durante esta etapa se realiza la recolección de todos los datos, apreciaciones de los miembros de la comunidad educativa y las evidencias que dan respuesta a los requisitos contenidos en cada uno de los factores. Estos datos se analizan y el resultado es la base del informe de autoevaluación que da cuenta, en una ventana de observación predefinida, de sus avances, fortalezas y debilidades. El informe se acompaña de un Plan de Mejoramiento que es el medio que hace palpable el continuo esfuerzo del programa y de la institución por mejorar su calidad.

Evaluación externa: esta etapa del Modelo incluye la visita de verificación que realizan los pares académicos de la agencia u organismo acreditador para tener las bases con la que emitirán el juicio de valor sobre la calidad del programa.

Mejoramiento de la calidad: actualiza el Plan de Mejoramiento del Programa (PMP). El programa progresa sistemáticamente en elevar su calidad con la implementación de su PMP que incorpora los conceptos de terceros expertos en temas de calidad educativa.

Metaevaluación: es la etapa en la que los miembros de la comunidad académica que lideran la implementación del Modelo Institucional de Autoevaluación reflexionan sobre su conducción para identificar las fortalezas y las oportunidades de mejora sobre la gestión del mismo.