"Las limitaciones en educación superior condenarán a Colombia, si no se dan mayores espacios a las personas": José Consuegra
El rector de Unisimón intervino en el panel ‘Inclusión y excelencia en la Educación Superior del postconflicto: visiones desde el liderazgo’, en el II Foro Internacional sobre Educación y Movilidad Social.
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El II Foro Internacional sobre Educación y Movilidad Social de la Universidad Simón Bolívar continuó este martes y, como eje principal, presentó el panel rectoral ‘Inclusión y excelencia en la Educación Superior del postconflicto: visiones desde el liderazgo’.
En el espacio moderado por María Claudia Lombo, directora ejecutiva de ACIET, intervinieron José Consuegra Bolívar, rector de la Universidad Simón Bolívar; el padre Harold Castilla, rector de la Universidad Minuto de Dios; Jairo Torres, rector de la Universidad de Córdoba y presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE); y Fabián Mendoza, en representación de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).
El rector José Consuegra basó su exposición en los desafíos de la educación en la Colombia del postconflicto y las barreras para impulsar propuestas inclusivas y de calidad que promuevan la movilidad social.
“Colombia ha perdido muchas oportunidades por ese centralismo ilógico que ha prevalecido, oportunidades sociales, de empleo, entre otras, y la cobertura en educación superior no es diferente a la realidad del país”, sostuvo.
Se refirió a cifras que reflejan que un 52% del acceso a universidades está concentrado en Bogotá, Medellín y Cali, donde no más de cinco instituciones reciben la mayoría del presupuesto nacional. “Estas limitaciones continuarán a futuro y serán una especie de condena, si no se cambian las estructuras del Estado con el objeto de dar mayores espacios a las personas”, alertó Consuegra.
Comunidades marginadas. El gran desafío para la educación superior, en asuntos de inclusión, es lograr que las deudas en cooperación académica con comunidades marginadas no solo sea una preocupación de los líderes del sector.
El padre Castilla, rector de Uniminuto, planteó que una manera de integrar a los grupos relegados sea orientar la investigación académica a solucionar problemas asociados con la pobreza, la desigualdad e injusticia social. Y citó como ejemplo de cooperación con comunidades marginadas o vulnerables, lo desarrollado por las universidades de Sucre y Cartagena en los Montes de María.
Desde la Universidad de Córdoba existe un proyecto de hallar alternativas de solución al analfabetismo que alcanza el 37% del departamento, donde además la comunidad campesina enfrenta el riesgo representado en miles de hectáreas de coca sembradas por grupos ilegales.
“Necesitamos una política de Estado que fortalezca la universidad Pública, en nuestro caso vemos cómo cada año se inscriben 20.000 estudiantes, pero solo 3.000 tienen acceso”, se quejó Torres, rector de Unicórdoba y presidente del SUE.
Fabián Mendoza, representante de la UNAD, sugirió que la inclusión no solo implica a la población con limitaciones físicas o motoras, sino también incluir al margen de la ley o reinsertadas. “Hay que adaptar los currículum a las realidades de nuestro país y el postconflicto no es la excepción. En diciembre graduamos a más de 3.000 excombatientes, pero no quiere decir que las demás universidades no puedan hacerlo”.
El II Foro Internacional sobre Educación y Movilidad Social culminará este miércoles con una jornada que incluye la intervención de Luis Fernando Pérez, viceministro de Educación Superior, y la conferencia magistral de Andreas Scheleicher, director de Educación de la Ocde.
