La importancia de la medicina crítica se está empezando a ver en el país: Joseph L. Nates
El doctor en Medicina del Anderson Cáncer Center de Texas (EE.UU.), Joseph L. Nates, fue el invitado internacional al IV Congreso Internacional ‘Cuidado del paciente crítico’ de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simón Bolívar.
Su presencia en este evento se debió al valor que Unisimón ha dado al campo de la medicina crítica o intensiva, al punto de inaugurar hace tres años una especialización en este campo.
“La importancia de la medicina crítica se está empezando a ver ahora en el país. La Asociación de Medicina Crítica colombiana ha hecho una labor muy importante, diseminando el conocimiento de lo importante que es tener especialistas en esta subespecialidad”, aseguró Nates, quien intervino con dos conferencias sobre ‘manejo de la vía aérea difícil fuera de la sala de cirugía’ y ‘oxigenoterapia de alto flujo, a través de cánulas nasales’.
El congreso reunió a destacados científicos y académicos del país, expertos en diferentes temas: terapia hídrica, modos ventilatorios, el tromboembolismo pulmonar y fisioterapia en UCI, entre otros.
La medicina crítica se ha convertido, incluso, en materia de estudio de estudiantes de pregrado y posgrado de disciplinas complementarias como la enfermería y la fisioterapia, puesto que entre 10% y 20% de los pacientes que llegan a un hospital o una clínica acaban siendo críticos. Y, aunque sean hospitalizados en unidades de cuidados intensivos o intermedios, ello no significa que no puedan permanecer en otras áreas del centro asistencial.
“Tienes que aprender qué enfermedades ocurren para poder prevenirlas, porque la medicina crítica no solo tiene un componente terapéutico, sino también preventivo”, subrayó el experto, nacido en Barranquilla, pero con una amplia trayectoria profesional en Norteamérica.
La necesidad de que hospitales y clínicas cuenten con un intensivista en su equipo médico, se refleja también en la existencia de regulaciones laborales sobre quiénes pueden atender a pacientes críticos. Para las mismas instituciones de salud, un profesional en este ámbito constituye una ventaja por su capacidad de investigar y desarrollar nuevas terapias que reduzcan la mortalidad y mejore los resultados de los tratamientos ofrecidos.
“Anteriormente, cualquiera podía llegar a trabajar en una unidad de cuidados intensivos y manejar pacientes por encima de su nivel de capacitación; hoy ya no puedes poner a un médico general a manejar un paciente con una falla respiratoria y una hipoxemia severa, sin tener el conocimiento de cómo manejar los ventiladores, y las cosas que se deben o no hacer”, explicó Nates.
