Lea aquí la columna publicada el 4 de marzo de 2024 en El Heraldo

Las altas tasas de morbimortalidad evidencian la crisis de salud mental en el mundo, potenciada por la pandemia; sin duda, son cifras devastadoras. Por ello, resulta necesario potenciar los esfuerzos para atenderla oportunamente y prevenir consecuencias fatales, en los entornos familiares, educativos, laborales y demás espacios sociales.

Desde la academia, lamentamos y sufrimos los hechos registrados en centros de estudios superiores que han involucrado a jóvenes talentosos, con sueños y proyectos de vida, que pusieron fin a su camino. Cada uno de ellos deja una honda huella entre sus allegados y, en su nombre, corresponde a la sociedad brindarles apoyo a quienes lo necesitan. 

Desde antes de la pandemia, el suicidio era considerado por la Organización Mundial de la Salud como una de las principales causas de muerte en jóvenes entre 15 y 24 años. Hoy es una problemática en aumento por la exacerbación de los factores de riesgo.

El año pasado, el tema fue advertido por la Procuraduría al reportar, con cifras de Medicina Legal, que entre enero y julio de 2023 la tasa de suicidios aumentó en 15,73 % frente al mismo periodo de 2022.

Así mismo, EL HERALDO reportó que la Línea de Salud Mental del Atlántico recibió 4.500 llamadas entre 2020 y 2023, solicitando primeros auxilios en salud mental, el 32 % de las cuales fueron por intentos de suicidio, y el 50 % del total fueron hechas por menores de 23 años. Este año van 180 llamadas atendidas. En Barranquilla, de acuerdo con la Secretaría de Salud, durante 2023 fueron reportados 1057 intentos de suicidio. 

En 2019, investigadores del Programa de Psicología de la Universidad Simón Bolívar elaboraron el Manual de intervención de Prevención del Riesgo Suicida en adolescentes (CIPRES), que propone un programa de intervención con base en la psicología positiva y la promoción del bienestar, para incrementar el bienestar psicológico. Según la directora del Programa, Yolima Alarcón, es responsabilidad de la sociedad brindar la posibilidad a los jóvenes de formarse y crecer abordando los aspectos positivos de su desarrollo, su felicidad y el mejoramiento continuo de su calidad de vida.

Además de las campañas activas de prevención, en el caso de Unisimón, se trabaja en alianza con las Instituciones de Educación Superior locales, la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla en estrategias para acompañar a nuestros jóvenes, identificar sus requerimientos, alertar sobre los potenciales riesgos, y protegerlos. Sin duda, el cuidado familiar y la prevención son la salida.