Orlando Fals Borda, padre de la sociología
Lea aquí la columna publicada el 21 de julio de 2025 en El Heraldo
Qué gusto observar que el pensamiento de intelectuales barranquilleros como el científico social Orlando Fals Borda, en el marco del centenario de su natalicio, sea destacado y reconocido por su compromiso en abrir caminos que fortalecieron la investigación y desarrollaron las ciencias sociales y humanas desde una perspectiva sociocrítica. Es considerado el padre de la sociología sentipensante en Colombia.
Fals Borda representa una ruptura y, a la vez, una apertura del concepto de las ciencias sociológicas. Su obra es prolífica en acción comunitaria y desarrollo social. Además de los aportes teóricos, se sumerge en las comunidades para indagar y conocer su esencia y realidad. Por ello, promueve el abordaje de la problemática social con otro referente metodológico, distinto a los fundamentos teóricos y epistemológicos que lo habían nutrido en su formación doctoral en Sociología Latinoamericana, en los Estados Unidos.
Promueve fervientemente las acciones comunales como forma de organización local y desarrolla su propuesta metodológica de investigación-acción participativa, cuya esencia es devolverle la voz al pueblo, se autorreconozca y tome las decisiones a que conlleve el conocimiento propio. Con obras como Historia doble de la Costa, retrata la historia y la cultura de lo más recóndito de las regiones, otorgándoles voz a las comunidades, al campesinado y al excluido, analizando la fenomenología social y su impacto en el devenir de los pueblos.
El profesor Fals Borda creó la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, la primera en Latinoamérica, y su lucha fue más allá de la academia; integró la Asamblea Nacional Constituyente que promulgó nuestra actual Constitución. Sus aportes fueron trascendentales en la construcción de una carta magna que permeara y promoviera la participación ciudadana, el reconocimiento de la diversidad, la descentralización territorial, los derechos colectivos y la justicia social.
Su acervo académico es inmenso. Muchas escuelas de sociología de América Latina están impregnadas de su pensamiento y obra. Sin duda, entra a esa pléyade de embajadores barranquilleros que han exaltado la inteligencia, la erudición, el conocimiento y la academia vernácula.
Sería pertinente que, al igual que los afamados artistas Shakira, Sofía Vergara, Joe Arroyo y Esther Forero que, con sobrados méritos, engalanan espacios públicos de la ciudad, también se homenajee y reivindique el legado de barranquilleros prominentes en las ciencias, que le han dejado una gran heredad a la sociedad.
