Primer estudio sobre diversidad genética del bosque seco tropical en el Atlántico
La búsqueda de estrategias que contrarresten la degradación del bosque seco tropical en el departamento del Atlántico, es el objetivo de un análisis que lideran la bióloga, Yani Aranguren Díaz, y el microbiólogo, Elwi Machado Sierra, profesores del programa de Microbiología e investigadores del grupo Bio-Organizaciones de la Universidad Simón Bolívar.
El trabajo surgió hace año y medio del interés por conocer a fondo el estado del ecosistema predominante de la región Caribe colombiana.
"Pretendemos estudiar la diversidad genética de plantas y microorganismos porque si sabemos cuán diverso genéticamente es un ecosistema o una especie, podemos determinar qué tan vulnerable es y cómo mejorar su condición", explica Aranguren, doctora en Agronomía, Genética y Mejoramiento de Plantas.
El estudio tiene un foco particular sobre Luruaco, por ser el municipio del Atlántico que más conserva su superficie original de bosque seco tropical. Para la pluralidad de plantas, el muestreo se viene haciendo en distintas zonas del departamento.
Aranguren está enfocada en estimar la fragilidad de las especies frente a factores como el clima, las epidemias, las enfermedades y la principal causa de su destrucción: actividades humanas como ganadería, extensión de áreas agrícolas, tala de árboles, tráfico de especies, urbanismo y minería.
"Si hay poca diversidad, habrá menor capacidad de respuesta a cambios como modificaciones del clima o la presencia de enfermedades, que pueden acabar con poblaciones e incluso especies", explica la investigadora.
Machado complementa el estudio con la evaluación de la diversidad microbiana de los suelos, para estimar el efecto de la degradación del bosque seco sobre las comunidades microbianas, proponer estrategias de manejo y aplicaciones biotecnológicas.
"Permitirá determinar cuáles son los microorganismos necesarios en la recuperación del ecosistema o hacer una agricultura más sostenible", detalla el doctor en Microbiología Agropecuaria.
El proyecto es el primero en ahondar en la genética del bosque seco tropical en este departamento, donde hasta ahora se han conocido inventarios de flora y fauna. Su pertinencia no es poca, teniendo en cuenta que existen investigaciones científicas que advierten que en el país se debe conservar solo el 8% de la superficie original del ecosistema.
La dramática cifra es resultado de las acciones del hombre sobre el bosque, como el establecimiento de ciudades en la Costa Caribe, los Santanderes, en la región del Valle del Cauca, el centro del país y los Llanos Orientales.
"Los bosques aportan muchos servicios ecosistémicos como nutrientes, oxígeno y calidad del aire, disminuyen el efecto del calentamiento global, mantienen las reservas de agua, la abundancia de especies permite que haya polinizadores y dispersores que favorecen los cultivos, producen alimentos, recursos medicinales y materias primas, además, de los beneficios recreativos, estéticos y culturales", menciona Aranguren.
La investigación es financiada por Unisimón y cuenta con la colaboración de semilleros de investigación, y un joven investigador de Colciencias. Los primeros resultados se darán a conocer en el segundo semestre de este año.
